En la actualidad no quedan vestigios de aquellos elementos que le hicieron ocupar un lugar importante en la faz histórica, en cambio por su hermosa geografía y el clima excepcional ganó un sitio de privilegio en el ámbito del turismo, incorporándose a los circuitos tradicionales de La Cumbre.
A partir de la década del 70 un nuevo deporte amplió las posibilidades del lugar: el Aladeltismo transformó al Mirador de Cuchi Corral en la meca de todos los deportistas del país y del extranjero. En 1979, comenzó a realizarse, durante semana santa, el Campeonato Argentino de Vuelo Libre, el que continúa en la actualidad, siendo uno de los más antiguos del mundo en esta especialidad.
También, con el perfeccionamiento de las alas se ampliaron las distancias de vuelo y las permanencias.
Un espacio de increíble belleza, donde el espíritu de aventura y el vuelo libre constituyen los vehículos ideales para que el hombre se realice en su más ansiado sueño: volar. Y ello es posible gracias a un microclima especial, con gran desarrollo de térmicas y un predominio del viento.